Todo tiene su velocidad; aprenda a disfrutar de esto y vivirás más feliz. Las personas y las cosas tienen su propio ritmo. En la medida que aprendas a entender este ritmo, verás como la vida se volverá más placentera. Debido a que tratas de acelerar o frenar las situaciones, no somos capaces de comprender la perfección de los eventos. Es necesario desarrollar una profunda paciencia interna; una paciencia que haga con que fluyas con la vida y la ayude a construir un mañana mucho mejor para ti.