¡ PERROS PARA LA VENTA!



Perros Para la Venta

por Dan Clark de la Sopa de Pollo para el Alma

Un dueño de la tienda estaba clavando con tachuelas una señal sobre su puerta que leyó “los Cachorros Para la Venta.” las Señales así tienen una manera de atraer a los niños pequeños, y efectivamente bastante, un poco el muchacho aparecía bajo la señal del dueño de la tienda. “Cuánto vender los cachorros para usted va?” él preguntó.

El dueño de la tienda contestó, “En cualquier parte de $30 a $50.”

El muchacho pequeño alcanzó en su bolsillo y arrancó algún cambio. “Yo tengo $2.37,” él dijo. “Yo por favor puedo mirarlos?”

El dueño de la tienda sonrió y silbó y fuera de la perrera Señora que corrió abajo el pasillo de su tienda seguida por cinco pelotas diminutas pequeñitas de piel vino. Un cachorro estaba retrasándose considerablemente detrás de. Inmediatamente el muchacho pequeño singularizó fuera el retrasarse, mientras cojeando el cachorro y dijo, “lo que está equivocado con ese perro pequeño?”

El dueño de la tienda explicó que que el veterinario había examinado el cachorro pequeño y había descubierto que no tenía un enchufe de la cadera. Siempre cojearía. Siempre estaría cojo. El muchacho pequeño se excitó. “Ése es el cachorro pequeño que yo quiero comprar.”

El dueño de la tienda dijo, “No, usted no quiere comprar ese perro pequeño. Si usted realmente lo quiere, yo lo daré apenas a usted.”

El muchacho pequeño se puso bastante disgustado. Él parecía recto en los ojos del dueño de la tienda, mientras apuntando su dedo y dijo, “yo no quiero que usted lo dé a mí. Ese perro pequeño merece la pena todo tanto como todos los otros perros y yo pagaré el precio lleno. De hecho yo le daré ahora $2.37, y 50 centavos por mes hasta que yo lo tenga pagado.”

El dueño de la tienda se opuso a, “Usted realmente no quiere comprar este perro pequeño. Él nunca va a ser capaz para saltar y jugar con usted gusta los otros cachorros.”

A esto, el muchacho pequeño alcanzó abajo y enrolló su pierna del pantalón para revelar un mal torció, pierna izquierda lisiada apoyada por una abrazadera de metal grande. Él buscaba al dueño de la tienda y suavemente contestó, “Bien, yo no me ejecuto tan bien, y el cachorro pequeño necesitará a alguien que entiende!”